Estoy tan emocionada de contarles una experiencia gastronómica totalmente diferente a las que les he descrito antes. Así que, acompáñenme a revivirla a través de estas líneas.
El mundo gastronómico es tan amplio que no termino de sorprenderme de la cantidad de sabores, texturas y combinaciones que puedo disfrutar en un solo plato o con tan solo una experiencia.
Desde hace un tiempo, siento que mi paladar y gustos por la comida han evolucionado tanto que me obligan de cierto modo a buscar propuestas diferentes. De esas que te roban una sonrisa con el primer bocado y de aquellas que te hacen cuestionar de lo grande y diverso que es nuestro país; y de cómo algo tan simple y desconocido puede llegar a ser perfectamente exquisito.
Ante ello, decidí visitar Kjolle.
Kjolle es el restaurante de Pía León, quien fue jefa de cocina de Central Restaurante junto a su esposo Virgilio Martínez, los mismos que han logrado posicionar al Central como uno de los mejores restaurantes del mundo. El año pasado, Pía decidió abrir Kjolle el cual propone una cocina casual con sello propio, pero conservando la vena de Central y la de Mater iniciativa.
Actualmente, Pía es conocida como Mejor Chef Mujer del Latin America’s 50 Best Restaurants y aquello se debe al trabajo que viene realizando todo estos años.
Mi primera impresión de Kjolle fue lo acogedor y cómodo que me sentía en la instalaciones del restaurante, el mismo que esta ubicado en el segundo piso en el se encuentra el Central. Al llegar, nos recibió un amable joven quien nos acompañó a nuestra mesa y nos dio la bienvenida al restaurante.
Debo contarles que antes de visitar Kjolle realicé una reserva vía Internet en la que elegí el tipo de menú (A la carta o Desgustación), el número de personas y acepté la penalidad por cancelar la reserva. Sí, hay una penalidad. No lo tomen al mal, porque recuerden que al ser un restaurante de esta categoría, no asistir a tu reserva estas quitando la posibilidad que alguien más vaya en tu lugar y generando que el restaurante invierta recursos en vano por personas que no llegaran.
Volviendo a la experiencia …
una vez cómodos en nuestra mesa (Mi novio y yo) se acercaron los mozos y nos explicaron brevemente en que consistía el menú de degustación y cuantos pasos íbamos a disfrutar ese día en Kjolle.
Para los que nunca han tenido la oportunidad de disfrutar un menú de degustación, este se trata de un carta hecha para una sola persona, en la cual se brinda la posibilidad de probar varios platos en una serie de pasos.
En Kjolle el menú de degustación esta dividido en nueve pasos los cuales incluyen los tres tiempos de una comida (entrada, fondo y postre).

Pues bien, empezamos la experiencia con una bebida hecha a base de la hoja de Kjolle, la cual es un árbol que crece en alturas extremas en los ecosistema altoandinos de nuestro Perú.
Esta hoja tiñe de naranja textiles y cualquier bebida hecha de la misma y tiene un sabor amargo envolvente. EL restaurante lleva ese nombre ya que la mayoría de los ingredientes que utilizan tienden a tener ese color naranja cálido.

Continuando con la experiencia, nos sirvieron el pan de la casa, una variedad de masa madre con la corteza gruesa acompañada de una mantequilla artesanal. Bastante bueno pero lo mejor se hacía esperar.

Minutos después el menú de degustación inició con un ceviche de corvina y almejas hecho a base de leche de tigre de mashua negra. El sabor fue totalmente nuevo, pero sin duda una delicia. Esta fue la primera vez que probé la mashua negra y vaya qué espectáculo.

Después continuamos con una versión muy parecida a la anterior con la diferencia que fueron chonchas y trozos de pacae envueltas en una salsa de limón y kión. Todo en la boca fue crocante, ácido y fresco. Me encantó cómo pude sentir la frescura del marisco en la boca, un lujo.

Si bien los primeros platos me robaron más de una sonrisa, debo decirles que el tercero se llevó mi corazón. Lo podría describir como un festival de tubérculos. Tenia una base hecha de granos andinos, seguida por una porción generosa de queso de cabra y coronado con una festival de tubérculos multicolores. Todo un espectáculo.

El siguiente plato reto a mi paladar, se trataba de pato curado con un sabor bastante fuerte y penetrante. Dificil para de asimilar para el paladar. No obstante, la combinación de calamar, cebolla y kaniwa hizo el bocado más familiar.

El quinto plato del menú se llamada diversidad vegetal y vaya que lo fue ya que estuvo compuesto por yacon, chonta y alcachofa. Tres de los vegetales que no suelo consumir, bañados en un caldo de café.Se sentí texturas crocantes y húmedas; asimismo, el sabor esta dominado sutilmente por el café que hacia que tu paladar despertase.

Otro de mis platos favoritos fue el siguiente, denominado Cachete de cerdo. Realmente un manjar difícil de imaginar. Fueron láminas de cerdo, acompañado de coliflor flameado, todo bañado en una salsa de coco y kañiwa pop. No sé cómo estuvieron hechas la laminas de cerdo pero fueron una locura. Sin duda un placer total.

Antes de pasar a los postres, cerramos los platos salados con un asado de tira envuelto en masita de yuca y bañado en el jugo con el que fue hecho. La carne fue extremadamente suave y el sabor fue muy agradable. No saben loo genial que es encontrar carne tan suave y exquisita allí dentro.

Ahora sí, casi para terminar nos sorprendieron con un postre hecho a base de pomarrosa, araimpo y muña. La pomarrosa es una fruta deliciosa de la selva cocida por su color y sabor dulce, la misma que estaba acompañada de esta semilla y planta medicinal. Fue como si estuviera comiendo una nueve helada y muy sabrosa.

Y para cerrar con broche de oro, nos trajeron el segundo postre. Fueron láminas hechas a base de cacao chuncho del Cusco elaborado por Mil Centro, acompañado de chirimoya y miel amazónica. Mi felicidad la expresé con una sonrisa.

Definitivamente, la experiencia en Kjolle es única e incomparable. De hecho, siendo 100% honesta, nunca antes había vivido un almuerzo como este en mis 26 años. No obstante, también quiero comentarles que si yo no habría de alguna forma “preparado” mi mente y mi paladar estos dos años que tengo este blog y con las que he vivido innumerables experiencias gastronómicas, dudo mucho que lo hubiera disfrutando tanto como lo hice.
Si me preguntas, si volvería. Mi repuesta sería, Sí.
Para los interesados, el menú de degustación varía con la estación, por lo que, no necesariamente encontraras los mismo platos que describí. Y por ultimo, el precio por persona es S/ 387.00 y la reserva es obligatoria.
¡Hasta la próxima!
Mariale
Hola , muy buena reseña , felicitaciones ¡ , te invito a visitar el restaurante kañete.
su web : https://www.xn--kaete-pta.com/